Siguiendo las tradiciones arraigadas en Occidente, en Jaén se celebran las famosas Lumbres de San Antón. En ellas podemos reconocer los ritos paganos de las hogueras que ahuyentaban los malos espíritus del ganado y de los animales domésticos, evitándoles enfermedades y plagas. Al mismo tiempo tiene una especial significación la figura de SAN ANTONIO ABAD. Según narran las crónicas, los ballesteros de la capital, encargados de la defensa de la misma, ya tenían una capilla dedicada a San Antón en la catedral. En ella homenajeaban a su patrón con cuatro antorchas que permanecían ardiendo en el altar la víspera de su onomástica y durante todo el día siguiente. La festividad de San Antonio Abad llegaría a Jaén hacia el siglo XIII, seguramente con los nuevos habitantes que vinieron durante el periodo de la repoblación castellana, influenciados estos por la devoción que se le profesaba al santo en Francia y Centro Europa. En el siglo XV, el regidor de la ciudad y valido ...
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